jueves, 2 de agosto de 2012

Más importante que la respuesta, es la pregunta

Siempre nos empeñamos en tratar de responderlo todo, creemos que así avanzamos y evolucionamos. ¿Pero qué pasa cuando tenemos una pregunta y no conseguimos una respuesta? Dependiendo de cada persona las reacciones pueden ser muy diversas, pero el que más y el que menos pasa por las siguientes fases: Negación > Enfado > Resignación > Curación.

De todas, mi fase favorita es el enfado, porque es la más irracional de todas, un sin sentido donde sacamos a ese niño que llevamos todos en nuestro interior, y porque es cuando realmente estamos 100% motivados y concentrados en algo que por suerte o por desgracia, no nos deja ver más allá, es capaz de sacar lo peor de nosotros, pero y é aquí lo bueno, en muchas otras ocasiones nos empuja a dar pasos de GIGANTE que normalmente ni en un millón de años haríamos. Muchas personas sólo actúan o se crecen bajo presión "Los robles crecen con fuerza con los vientos en contra y los diamantes nacen bajo presión"


Cuando esta situación ocurre, hay que saber que no es cuestión de saber buscar la respuesta, sino de formular bien la pregunta. Mucho más importante que la respuesta, es saber formular correctamente la pregunta.

Es mucho mejor dejar de preocuparse, pensando y dudando, y sencillamente tener fé en que las cosas saldrán bien, aunque tal vez no cómo lo habíamos planeado... (intrincado, misterioso y sorprendente destino)


"El río se abre un cauce y luego el cauce esclaviza al río" Y que de cauces tiene la vida...

1 comentario:

Casual dijo...

Mucha razón... Toda en la vida está en la pregunta... pues depende de ella tendremos miles de respuestas o quizás ninguna...

Yo ya prefiero no preguntar...