sábado, 14 de enero de 2012

Nada de nada

Las personas sólo cambiamos de verdad, cuando nos damos cuenta de las consecuencias de no hacerlo.

Desgraciadamente, no todo el mundo logra/ledalagana ver esas consecuencias, y prefiere seguir viviendo en ese algo malo conocido, que aventurarse a conocer alguna otra cosa.

A dicha gente, le gusta la quietud de sus vidas, "el pensamiento de los burros" como yo lo llamo, cuyo máximo ejemplo es el siguiente: "he nacido aquí, aquí me he criado, aquí tengo a mi familia y a mis amigos, y aquí trabajaré, me quedaré y viviré el resto de mi vida porque es lo mejor que hay". Lo que me revienta no es que lo quieran, si no esa última parte "es lo mejor que hay". Si no has vivido/trabajado en otro sitio no digas que es lo mejor...

No todos saben lo que quieren, pero muchos de los que sí lo saben no tienen las agallas suficientes para conseguirlo, o ni tan si quiera para tratar de ponerse a ello. Yo creo que realmente, hasta el que dice no saber lo que quiere, sí que lo sabe... (porque yo soy uno de ellos)

1 comentario:

Casual dijo...

La vida de la gran mayoría de las personas sigue el camino que se les ha marcado porque temen explorar otras vías. Pero a veces, aparecen personas como tú, que derriban todos los obstáculos que les ponen delante. Personas que descubren que el libre albedrío es un don que no sabemos usar hasta que luchamos por él.

Al final la cuestión no es lo que queremos... La cuestión es quienes somos... Tenemos la capacidad de elegir... Es cuestión de arriegarlo todo por alguien o por algo que merezca la pena... la vida es corta... Mejor arriesgar antes de quedarse con la duda de lo que pudo haber sido y no fue..